La economía suiza está basada en una mano de obra altamente cualificada que ejecuta en general tareas sumamente especializadas. Los sectores principales son la microtecnología, la alta tecnología, la biotecnología y la industria farmacéutica, así como la banca y los seguros. El sector servicios emplea el mayor número de trabajadores.
Dependencia del comercio internacional
Suiza es un país pequeño y densamente poblado. No cuenta con yacimientos importantes, ni con suficientes tierras de cultivo para sustentar a la población. Por eso necesita importar para su producción industrial, tanto productos agrarios como materia prima. Su mercado interior es reducido, por eso, los industriales empezaron ya muy pronto a buscar mercados de consumo en el exterior para mejorar la rentabilidad.
Para aprobar el examen del mercado internacional, la economía suiza tiene que superar en calidad a los productos de sus competidores, ya que no puede competir en cantidad. Por eso, Suiza importa materia prima a precios favorables para luego transformarla en productos de alto nivel cualitativo.
Comercio exterior
Las empresas suizas son muy competitivas en el mercado mundial. En algunos sectores se exporta hasta el 90% de los bienes y servicios producidos.
Los artículos de exportación más conocidos son los relojes, el chocolate y los quesos. Pero para la industria de exportación estos productos tradicionales no tienen el mismo peso que los de la industria mecánica, electrónica o química, cuyos ingresos superan el 50% del total de los beneficios adquiridos del comercio de exportación suizo.
Aparte de estos bienes «visibles», los artículos «invisibles» del sector de servicios, como los «productos» vendidos por las consultorías, las compañías de seguros o las agencias turísticas, también son componentes importantes para la economía de exportación.